Nunca un día lluvioso me había aportado tanto. Equilibrio, seguridad, sensación de pertenencia a un grupo. Sabes mejor que nadie que desde que entraste en mi vida, ésta cambió como del día a la noche, e hiciste resurgir a mi mejor yo, esa que llevaba demasiado tiempo escondida. Pero es que incluso sin tenerte a mi lado sigues siendo tú quien me guía, sigues siendo tú el que me acompaña, sigues siendo tú. Y tu presencia está cuando la distancia apremia, aunque sea más corta de lo habitual. Y gracias a ti tengo lo que siempre quise.
2 comentarios:
La lluvia mola!
en ocasiones te espabila un monton...
besitos
un dia lluvioso puede ser muy bueno para nuestra salud!bicos
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