Vivo para Dios:
estoy crucificado con Cristo
Y es que nunca antes me había sentido así. Feliz, estable, segura y libre. Nunca antes había sido más libre que ahora que soy toda tuya. Y hacía demasiado tiempo que había dejado de ser yo. Hasta que Tú me encontraste, hasta que me sacaste de la urna de cristal y decidiste hacerme tu princesa. Y nunca había aprendido a querer así.
1 comentario:
suerte que tienes...
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