Hoy he renunciado a Aulas no camiño. Bueno, en realidad no he renunciado propiamente. Simplemente no he aceptado. Sigo sin saber todavía muy bien qué camino seguir, qué hacer. En realidad el hecho de no tomar decisiones es en sí una decisión. Así que puede que en vez de ser una indecisa lo que ocurre es que me paso la vida tomando decisiones. Equivocadas o no. Eso nadie puede saberlo. No voy a ponerme ahora a reflexionar sobre si la felicidad es un estado mental o que si dilema es un problema cuyas posibles soluciones no son del todo satisfactorias o no. Los apuntes de srpac no me han calado hasta tal punto. Para eso me escucho el monólogo de Buenafuente, que desbarra lo mismo y por lo menos tiene gracia. No, no es eso.
Hay pequeñas cosas que me animan un poco: como escoger el regalo de cumpleaños de mamá, o pensar en llevar a Alba de excursión, volver el Viernes a Coruña y ver a eMe y abrazar a Mikel y disfrutar de otro concierto inolvidable. O ver a un antiguo compañero con ropa de camuflaje al más puro estilo militar, pasear a Zapo y prepararme para ser una pirata del caribe católica. Por ejemplo. Me gusta que todavía se preocupen por mí, que me dejen mi espacio, que me sonrían. que me quieran.
Y sin embargo ... todavía cuesta demasiado.
4 comentarios:
ánimo peque.
un beso
todo irá bien.
Nos pasamos la vida tomando decisiones.
Unas veces acertadas, otras no.
Pero así es la vida.
Decidas lo ke decidas, ke seas feliz.
Feliz miércoles.
Un beso.
Olga.
El tomar decisiones, sean acertadas o no, es lo único que nos hace partícipes y responsables de nuestra propia vida.
El dejar pasar el tiempo y esperar a lo que venga es de cobardes.
(te lo digo yo, que de eso sé un rato)
Mejor arriesgarse, fallar, y aprender.
O acertar y estar más feliz que antes.
Un besito
(encore?? eso no es un programa de partituras? :S)
odio tener q tomar ciertas decisiones.
las q sientes q van a cambiar tu vida son demasiado crueles como para afrontarlas.
:(
Publicar un comentario