"No me mueve mi Dios para quererte
el cielo que me tienes prometido
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por ello de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme el ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme al fin tu amor y en tal manera
que aunque no hubiera cielo yo te amara
y aunqeu no hubiera infierno te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera
pues aunque lo que espero no esperara
asi como te quiero te quisiera."
[Via Crucis Juvenil Interparroquial. Meirás. 12/03/2005 Él nos amó hasta el fin...]
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